"Trabajamos en el Plan de Desarrollo y en la atención a víctimas debemos enfocarnos en el fortalecimiento a la reparación colectiva y articular las acciones de las entidades de Gobierno y de cooperación con la comunidad con el fin de cerrar las brechas para construir y atender a la población de manera oportuna”. Con esta afirmación del director de UARIV, Ramón Rodríguez, dio apertura al espacio de diálogo y encuentro en el que los representantes de territorio conocen la manera de gestionar y fortalecer sus acciones y la gestión de recursos de la cooperación internacional.

En el taller participaron la Embajadora del Reino de Bélgica, representantes de la embajada de Italia, del Fondo Multidonante de las Naciones Unidas para el posconflicto; de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia, MAPP-OEA; de Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, OCHA y de la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional, APC-Colombia, Se realizó un conversatorio que permitió abordar temas como el mecanismo adecuado para mejorar la articulación de territorio entre la cooperación y las entidades de Gobierno, mejorar el relacionamiento desde lo local, participación del sector privado en este proceso territorial y la atención a situaciones como la migración al país.

En la participación conjunta, los cooperantes manifestaron que aspectos como el medio ambiente, la legalidad o estabilidad del país y el proceso de desminado, así como la apuesta por el cumplimiento de la Agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible motivan al apoyo territorial y por esa razón la articulación y la organización de las comunidades resulta importante para las diferentes dinámicas locales.

Por su parte, y durante la intervención de APC-Colombia a cargo del director de Coordinación Interinstitucional, Juan Pablo Corredor, además se resaltó el aporte de los territorios a través de la cooperación, particularmente con la modalidad Col-Col, en la que ha sido posible el intercambio de experiencias entre actores de diferentes lugares del país y la manera en que se propicia un diálogo con la comunidad, las entidades territoriales y el Gobierno en una apuesta de ofrecer soluciones y alinear las prioridades de cada colectividad.

En ese sentido, la directora de APC-Colombia, Ángela Ospina, hizo parte del sexto foro: “Cooperación Sur-Sur y Triangular para mantener la paz y promover el desarrollo inclusivo” con la exposición “Saber Hacer: Una herramienta que contribuye a la paz y la convivencia”.

Durante su intervención la directora explicó que desde la agencia se ha implementado la herramienta Saber Hacer, la cual identifica y, a través de un conjunto de guías metodológicas, documenta, clasifica y valida experiencias de desarrollo creadas en Colombia para compartir con los países del Sur-Sur.

Una de esas experiencias son las Casas de Justicia que son centros interinstitucionales de orientación, referencia y atención para facilitar el acceso de la población de determinada localidad a servicios de justicia formal y no formal.

Allí los usuarios encuentran atención gratis, fácil y rápida a sus requerimientos, pero sobretodo la posibilidad de solucionar sus problemas mediante métodos alternativos como la conciliación y la mediación. Además se orienta al ciudadano sobre sus derechos y se hace prevención del delito.

En las Casas de Justicia se resuelven temas de convivencia como arriendos, ruido, etc. y se atienden temas tan importantes como la violencia intrafamiliar y violencia contra las mujeres.

Este modelo cuenta con instrumentos que han fortalecido la relación entre la institucionalidad y la sociedad civil en diferentes partes del país, los cuales pueden ser replicados en contextos con características similares, ya que responde a una estrategia institucional para la construcción de convivencia, la resolución pacífica de conflictos y la construcción de paz.

Esta experiencia ya ha sido compartida por Colombia. En el marco del programa de cooperación con Argentina 2016 - 2018, este país demandó de Colombia, a través del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos el fortalecimiento de los Mecanismos Alternativos de Solución de Conflictos y otras políticas públicas de Acceso a la Justicia.

“Uno de los grandes desafíos en la Cooperación Sur-Sur es la identificación de aquellas prácticas que puedan ser compartidas con países de niveles de desarrollo similares, problemáticas comunes y retos afines. Con el objetivo de realizar un aporte concreto a esta discusión, la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional, APC-Colombia, diseñó la herramienta Saber Hacer Colombia, la cual tiene como objetivo principal la identificación y documentación de experiencias exitosas que puedan ser compartidas a través de la Cooperación Sur-Sur y Triangular”, afirmó Ángela Ospina de Nicholls.

A la fecha, a través de Saber Hacer se han documentado experiencias exitosas no sólo de Colombia, también de otros países socios como México, Costa Rica, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Ruanda, Azerbaiyán y Filipinas, en temas como estadísticas de transporte, inspección técnica vehicular, paz y convivencia, entre otros.

Representantes de 13 alcaldías y 5 gobernaciones se encontrarán para conocer las buenas prácticas relacionadas con la implementación de la estrategia “Gestores de Paz y Convivencia” y en ese sentido fortalecer sus competencias para la atención de población residente en contextos de conflicto, jóvenes en condiciones de alto riesgo, víctimas del conflicto armado y la violencia urbana, así como a personas desmovilizadas en proceso de reintegración.

“Gestores de Paz y Cultura Ciudadana” es un programa liderado por la Alcaldía de Cali, que brinda formación integral, fortalecimiento de competencias sociales y mejores oportunidades de vida para 510 hombres y mujeres, quienes han vivido en contextos de violencia, y que ahora,  gracias al acompañamiento  psicosocial, un proceso formativo y la participación en jornadas de retribución social pueden acceder a ofertas laborales,  entre otros beneficios.

La estrategia de Gestores es un referente territorial en el modo en cómo Cali atiende y vincula a poblaciones en extrema vulnerabilidad y riesgo de violencia, con un acompañamiento profesional psicosocial que permite el ejercicio de la ciudadanía.

Actualmente, los gestores se  encargan de adelantar acciones pedagógicas de cultura ciudadana, cuidado del medio ambiente y pedagogía de paz a través de brigadas sociales, ecológicas y espacios de expresión artística y formativos.

Los intercambios Col-Col, se vienen desarrollando desde 2016 y cuentan con una metodología que privilegia la conversación entre pares y el establecimiento de comunidades de aprendizaje y redes networking sobre las diferentes temáticas, que APC-Colombia, como entidad nacional coordinadora de la cooperación internacional, impulsa de la mano de las regiones 

Este evento contará con la presencia del alcalde de Cali, Maurice Armitage, Juan Pablo Corredor, director de Coordinación Interinstitucional de APC-Colombia y representantes de USAID.

Los municipios que participarán de este intercambio son:

• Atlántico: Barranquilla
• Arauca: Arauca
• Cesar: Cesar
• Bolívar: Cartagena
• Norte de Santander: Cúcuta y Ocaña
• Nariño: Tumaco
• Quindío: Armenia
• Chocó: Quibdó
• Antioquia: Medellín
• Putumayo: Puerto Asís y Puerto Guzmán

En el encuentro de la delegación colombiana, en la que también estuvo presente la embajadora de nuestro país en México, Patricia Cárdenas Santamaría, con el director ejecutivo de la Agencia mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo Amexcid, embajador Agustín García López, y las autoridades mexicanas, uno de los espacios destacados fue el evento “Sazón a Paz”; una invitación de Londoño Zurek en el que se dio a conocer a los mexicanos la otra manera de construir paz en Colombia a través de la transformación social de comunidades que resurgen del conflicto.

El compartir este tipo de experiencias de cultura, gastronomía y agrobiodiversidad permitieron estrechar aún más las relaciones de cooperación de los dos países en el que también se resaltó la ejecución del programa bilateral vigente entre Colombia y México 2016-2018.

El Director de APC-Colombia aseguró que: “La coordinación que APC-Colombia ha establecido con Amexcid ha sido fundamental para identificar acciones donde la cooperación de Colombia permite compartir experiencias, avances y desafíos en temas diversos como facilitación comercial y competitividad, telecomunicaciones, transporte, seguridad alimentaria y medio ambiente, entre otros, de tal forma que se ha logrado sumar esfuerzos para identificar soluciones a los problemas que comparten los países mesoamericanos en estos ámbitos”.

Asimismo, Sergio Londoño Zurek se refirió a la Hoja de Ruta para la Cooperación Internacional, basada en el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018, el cual adopta la visión de la Agenda 2030 y se alinea con las metas globales de los Objetivos de Desarrollo Sostenible – ODS y del objetivo del presidente Juan Manuel Santos de ingresar a la OCDE, que hoy es una realidad: “La Hoja de Ruta establece, como uno de sus objetivos estratégicos, focalizar y dinamizar la cooperación que recibe Colombia en torno a tres áreas temáticas: construcción de paz, desarrollo rural sostenible, y conservación y sostenibilidad ambiental”, afirmo el Director de APC-Colombia.

Durante la visita la delegación colombiana además visitó tres instituciones mexicanas que en la actualidad realizan proyectos en el programa de cooperación bilateral vigente, en donde fue posible conocer los resultados del intercambio de experiencias y conocimiento entre ambos países:

• Ayuntamiento de Cuautla, Morelos, en donde se trabaja el proyecto de tratamiento de residuos sólidos,
• Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores, en el que se adelanta el proyecto de estrategias de salud para personas de tercera edad.
• Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (Unidad Azcapotzalco) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), donde se desarrolla el proyecto sobre prototipos robóticos de prótesis.

Para la Agencia de Cooperación mexicana este fue un encuentro que fortaleció agendas como la de  Seguridad Alimentaria Nutricional y de inclusión de la Agricultura Familiar; Amexcid igualmente destacó el espacio de Sazón a Paz, pues se resaltaron los ejemplos de reinserción y resocialización a través de la cocina, como  sucede con el primer restaurante en el mundo dentro de una cárcel de mujeres abierto al público y atendido por las mismas internas, ubicado en Cartagena-Colombia. Esta es una experiencia de la Fundación Acción Interna que será documentada por APC-Colombia bajo la metodología Saber Hacer Colombia y que integrará el portafolio de Cooperación Sur-Sur del país.

Este financiamiento adicional será canalizado a través del Fondo de las Naciones Unidas para el Posconflicto, de los cuales £5 millones (USD 6.6millones ) son para facilitar la reinserción de los excombatientes y apoyar en la recuperación y estabilización en las áreas de posconflicto. Los £2 millones adicionales serán destinados a la Misión de Monitoreo de Paz de la Organización de los Estados Americanos en Colombia y al trabajo que adelanta en el país la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

A partir de este anuncio el Reino Unido se posiciona como el mayor aportante al Fondo de las Naciones Unidas para el Posconflicto, comprometiendo a la fecha £14.9 millones (USD 19.96 millones), que han contribuido a la realización de proyectos para la estabilización del posconflicto y a los procesos de alistamiento, refrendación e implementación de los acuerdos.

El gobierno de Colombia reconoce el compromiso del gobierno del Reino Unido en la consolidación de la paz que, a través del instrumento del Fondo de las Naciones Unidas para el Posconflicto, ha sido clave para apoyar la llegada del Estado a zonas apartadas y con ello, incrementar la percepción y confianza de las comunidades; así es posible ayudar a la fase inicial de implementación de la arquitectura institucional del Acuerdo de Paz.

Principalmente en temas de derechos humanos, prevención y resolución de conflictos, promoción de acciones que aportan a la reducción de la pobreza, impulso al desarrollo económico, científico y a la investigación.

APC-Colombia destaca el compromiso del Reino Unido en la apuesta de la Colombia en paz y su decidido respaldo en la implementación del acuerdo para el fin del conflicto armado en el país.

Estos son los logros más significativos alcanzados con la cooperación británica:

El intercambio, de conocimientos entre líderes Col-Col, es una oportunidad para reconstruir el tejido social en sus departamentos de origen: Antioquia, Guaviare, Meta, Norte de Santander y Putumayo, zonas que históricamente han vivido de cerca el conflicto armado

Este encuentro permitirá continuar con procesos de construcción de paz y confianza que conduzcan a hacer del campo una gran empresa en la que las comunidades, particularmente los jóvenes, encuentren una verdadera opción de vida, con múltiples y variadas oportunidades de desarrollo.

El  campo colombiano debe motivar al sector privado para ratificar su compromiso con el sector rural, en especial en aquellos municipios o veredas en donde la desigualdad y las brechas sociales tienen mayor presencia. Se trata de un apoyo para la transformación en territorios de esperanza, con apuestas productivas para las familias campesinas.

Líderes Col Col

Esta fue una experiencia que tocó corazones y que permitió sensibilizar a los participantes sobre su rol dinamizador de las comunidades:  cada participante se bautizó con el nombre de Líder con un apellido propio: Col-Col.

Los líderes Col-Col son conscientes que el desarrollo territorial integral y sostenible empieza por apostarle a cultivos productivos legales y por eso ante la pregunta de: ¿qué es lo difícil del proceso y por qué es importante? opinan:

Mario Rodríguez. Briceño- Antioquia

Lo difícil:  es concertar con los otros 50 productores de coca, pues aún falta mayor confianza en las propuestas del Gobierno. Además, es necesario contar con el apoyo técnico que promueva y dé mayor agilidad a la sustitución.

El por qué: el futuro es el agro y el joven debe tener opciones en el campo; además ellos deben empezar a desmotivarse a continuar con el consumo de la misma droga que cultivan.

Alicia Juárez. Uribe –Meta

Lo difícil: convencerse de la importancia de la sustitución e involucrar a más familias cultivadoras de coca. Trabajar de manera colectiva dejando atrás los intereses particulares.

El por qué: nuestras tierras son muy variadas y aptas para la producción de varios cultivos. Trabajar como asociación hace que los resultados sean mejores y duraderos y, lo mejor aún, producir y comercializar en la legalidad trae tranquilidad y aleja la violencia en las familias y en los territorios.

Neyder Fernando Culchac- Valle del Guamuez- Putumayo

Lo difícil: la actual mentalidad. Concientizar y convencer al campesino, que está dedicado a cultivar coca, que existen alternativas que dan más tranquilidad y alejan de la violencia. Hacer que el joven se enamore de lo rural porque sí es posible que en el campo existan opciones para su futuro.

El por qué: no es una buena herencia que se deba mantener en el campo del país. Al joven se le deben dar mayores oportunidades en educación, salud, ingresos y desarrollo personal. Al joven se le debe reconocer y visibilizar en el escenario rural y motivarlo para que se quede y trabaje en su territorio.

Este espacio propiciado por APC-Colombia, que permitió transformar la mirada de estos líderes rurales, contó con el apoyo técnico del Ministerio de Justicia y del Derecho, la Dirección para la Sustitución de Cultivos Ilícitos y la Agencia de Renovación del Territorio.

Juan Carlos Zambrano. Agencia Renovación del Territorio

"El beneficio de estos escenarios es que las personas que han estado inmersas en cultivos ilícitos, en el departamento de Boyacá, y que hoy se acogen a la sustitución pueden dar a conocer su experiencia a los campesinos que vienen de Norte de Santander, Antioquia, Putumayo, Meta y Guaviare, que han sufrido el flagelo de la violencia. Su experiencia demuestra que no es fácil, pero que sí se puede con esfuerzo conjunto y conscientes del objetivo que se busca".

Estos líderes sienten que es el momento de continuar arrancando los cultivos ilícitos de las tierras, pero especialmente del corazón, para empezar a sembrar productos como cacao, café y pimienta que finalmente se traducirán en esperanza y nuevas oportunidades que harán escribir una nueva historia, con insistencia, persistencia y sin desistencia, hacia un  país en paz y con oportunidades para todos.

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De acuerdo con el estudio Paz, conflicto y reconciliación. Colombia 2016 del Barómetro de las Américas, que analiza la opinión pública en temas de percepción, creencia, actitud y experiencia de la población en temas de democracia, instituciones y procesos políticos coyunturales, es evidente que la mayoría de los colombianos continúa con el apoyo a la salida negociada al conflicto armado, pero son poco optimistas sobre el futuro de lo acordado en la mesa de negociación.

También llama la atención el análisis de la estabilidad y cambio en las opiniones de los colombianos sobre el Proceso de Paz. Al comparar los estudios 2013, 2014 y 2016, se pudo establecer que se mantiene el apoyo a las negociaciones de paz, al igual que la negativa de los colombianos a hacer concesiones (políticas y jurídicas) a las Farc. El estudio además reveló que más del 55% de los encuestados en 2013, 2014 y 2016 ve posible la reintegración a la sociedad de los excombatientes desmovilizados.

Otros resultados que llamaron la atención fueron:

• En 2008 el conflicto armado era considerado el problema más grave del país para 6 de cada 10 colombianos, en 2016 lo es para 2 de cada 10
• Desde 2004 la mayoría de los colombianos han favorecido la negociación como mecanismo para solucionar el conflicto con las guerrillas. En 2016 el apoyo a la salida negociada llegó al 67%.
• Los colombianos apoyaron más el proceso de paz, que el acuerdo firmado con las Farc. 53% apoyó el proceso entre abril y mayo de 2014 mientras que solo el 41% apoyó el Acuerdo de Paz entre agosto y octubre de 2016.

Por su parte, el alto comisionado para la paz, Rodrigo Rivera Salazar, indicó que el estudio es una herramienta que permite escuchar a los colombianos y a partir de sus opiniones y necesidades, respecto al proceso de paz,  empezar a pulir las acciones de Gobierno que permitan avanzar acertadamente hacia un posconflicto exitoso. “Estamos navegando por un territorio inédito y extremadamente complejo. No fue fácil negociar el acuerdo de paz con las Farc, que era un ejercicio de dos partes; ahora la situación es más compleja, pues esta construcción de paz es un ejercicio colectivo con miles y millones de actores del país; esto solo sale bien si existe una articulación de acciones. Es como en una gran orquesta en donde cada uno interpreta su instrumento concentrado en lo que sabe hacer y articulando con los otros. Lo que estamos trabajando actualmente no lo hemos conocido los colombianos en toda nuestra historia”.

En este encuentro participaron representantes de Usaid, la Agencia para la Reincorporación y la Normalización, la Secretaría de Transparencia de la Presidencia, Ministerio de Trabajo, Ministerio del Interior, Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Ministerio de Justicia y, por supuesto, APC-Colombia, entidad representada por Andrés Uribe Orozco, director de Demanda, quien considera que este estudio del Observatorio de la Democracia, de la Universidad de los Andes, permite tener una buena aproximación de la percepción de la población frente al proceso de paz y, con ello, ser más asertivos al momento de hacer frente a los retos que impone el período de posconflicto y la construcción de paz.

Vale precisar que en esta reunión además el Observatorio recibió las propuestas e inquietudes de los representantes de los entes nacionales que estuvieron presentes respecto al próximo estudio que se realizará en el tema Colombia Rural del Posconflicto 2017.

Así se evidenció en el conversatorio, realizado por la Universidad de los Andes en el marco de la semana de la paz #DíaPaíz, en el que participaron Barbara Häming, directora residente de la Deutsche Gesellschaft Für Internationale Zusammenarbeit GIZ; Pontus Ohrstedt, jefe de la Oficina del Coordinador Residente de Naciones Unidas en Colombia, con Fabrizio Poretti, jefe de Cooperación Ayuda Humanitaria y Desarrollo (Cosude) de la embajada Siuza y Andrés Uribe, director de Demanda de Cooperación en APC-Colombia.

Los cooperantes invitados ratificaron que los organismos que representan están interesados en continuar con el apoyo al país, en aquellas regiones y comunidades más afectadas por la violencia, en este proceso de posconflicto. Dentro de algunas de las prioridades respaldadas se encuentran: el acercamiento entre víctimas y victimarios; en este proceso han tendido puentes de diálogo. También han aportado al fortalecimiento del Estado Nacional, local y la sociedad civil , al desminado humanitaro, la generación de alternativas productivas en el campo y la adaptación y mitigación al cambio climático, entre otros.

Así mismo, en este escenario propiciado por la academia, en el que la mayor parte de los asistentes fueron los jóvenes universitarios, se realizó una reflexión respecto a la importancia de la cooperación en el proceso de paz y la manera en que Colombia cada vez más se consolida como un referente mundial por su acierto de alcanzar una solución pacífica al conflicto.

Durante el desarrollo del conversatorio además llamó la atención el hecho de que nuestra Nación, pese a ser un país de renta media, es cada vez más atractiva para los cooperantes quienes destacaron la importancia de afianzar el apoyo a Colombia en la construcción y la consolidación de la paz, el desarrollo rural y la sostenibilidad ambiental.

Por tratarse de un caso exitoso, los cooperantes coincidieron además en afirmar que este es un momento propicio para movilizar el conocimiento y experticia de Colombia hacia otras naciones que viven procesos similares y reconocieron la importancia de que este proceso que vive el país, liderado directamente desde el Gobierno Nacional, no debe quedar solo como programa de Gobierno, sino que debe consolidarse como política pública de Estado.

Por su parte, el director de Demanda, Andrés Uribe, también destacó la manera en que el país trabaja la cooperación con innovación para resolver problemas de desarrollo. Así, enfatizó en algunos proyectos como el de los Bonos de Impacto Social, que se trabajan con apoyo de la cooperación suiza; el videojuego “Reconstrucción”, que ayuda a comprender el tema del conflicto y el drama de los desplazados y que fue realizado con recursos de la cooperación alemana. Así mismo, se refirió al proyecto medioambiental de “Distrito Térmico” que se construyó en Medellín y que consiste en una edificio especialmente adecuado para proveer de aire acondicionado a varias entidades de la ciudad como la alcaldía municipal.

La cooperación vista desde la academia

Desde el campo universitario cada vez es más visible la importancia de la cooperación en Colombia en la construcción de paz; espacios como el de #DíaPaíz, que habilitó la Universidad de los Andes, a propósito de la semana de la paz, son un mecanismo que facilita el acercamiento de la academia con las acciones de cooperación desde el Gobierno.

Juana C. García Duque, profesora de la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes, expresa su opinión respecto al rol de la cooperación en este proceso de paz que vive el país.

"La cooperación internacional lleva ya su historia en Colombia, no solo en esta coyuntura del fin del conflicto con las Farc y construcción de paz, sino que ha trabajado en el país por varias décadas y ha dejado capacidad instalada en muchas regiones. Creo que es absolutamente relevante el apoyo internacional para el proceso, tanto en negociaciones como el momento actual que vive Colombia. En el conversatorio, realizado con los cooperantes, se vio la posibilidad de crear fondos fiduciarios que tengan la capacidad, conocimiento y flexibilidad frente a las decisiones para la implementación de los acuerdos en su etapa más temprana y aquí va a ser clave el rol de la cooperación internacional". 

Por primera vez la Unión Europea participa de este escenario, donde en un solo espacio ha reunido los 21 proyectos que realiza en Colombia, con un enfoque de desarrollo rural y construcción de paz en el país, y que financia actualmente a través de la cooperación internacional, a partir de acciones que aportan a la reducción de la pobreza y el impulso del desarrollo rural integral con enfoque territorial.

Esta iniciativa además permite evidenciar la gran apuesta que tiene la Unión Europea en fortalecer el impulso del campo de manera integral y sostenible hacia un claro propósito de reconciliación, a partir de las diversas maneras de trabajo articulado para el fortalecimiento del sector agrario entre la cooperación internacional, el Gobierno Nacional y la sociedad civil con los respectivos gobiernos territoriales, los productores y las organizaciones.

En este lanzamiento, el director de APC-Colombia agradeció y reconoció el importante aporte de la UE a través de sus diferentes instrumentos en pro del Desarrollo Rural Integral en Colombia. “Hoy podemos reconocer algunos logros del programa de cooperación de la UE con Colombia: el aporte a la construcción de paz a través de acciones encaminadas a la promoción de modelos productivos sostenibles e incluyentes, el fortalecimiento de capacidades para el ordenamiento del territorio, así como el apoyo a la mejora de la productividad y competitividad del país para su inserción en una economía globalizada”. Además agregó “la paz sabe a lo que produce el agro; especialmente sabe a café y a cacao”.

Es así como la Unión Europea apoya desde hace 20 años a nuestro país, y de manera particular en este momento histórico que vive Colombia, pues cada uno de sus proyectos impulsa la reducción de la brecha social en el campo con un propósito claro de beneficiar principalmente a las víctimas del conflicto armado y a las comunidades más vulnerables. También pretende fomentar el uso sostenible de recursos que permitan la consolidación de sistemas productivos amigables con el medio ambiente y propiciar una articulación entre lo urbano y rural; lo público y privado y lo nacional con lo local con la intención de mejorar la integración efectiva de todo el territorio colombiano.

Con ello, la Unión Europea fortalece los modelos de desarrollo sostenible, legal e inclusivo, generado bajo un enfoque territorial integral, descentralizado, diferencial y ampliamente participativo que busca mejorar la calidad de vida de las zonas rurales, recuperar la confianza de los ciudadanos en las instituciones públicas y continuar las reformas en el sector agrario; elementos fundamentales para la construcción de una paz duradera.

Organizaciones y proyectos que se presentan en el estand: