Mujeres líderes se unen para el progreso de sus territorios
La apuesta de este intercambio de conocimientos Col-Col fue fortalecer las capacidades de organizaciones integradas por mujeres víctimas en temas como la inclusión productiva, la asociatividad, la participación y el enfoque de género. Estas áreas han sido claves para promover la reconstrucción del tejido social en sus territorios e introducir iniciativas para que se posicionen como gestoras de cambios en sus regiones.
Este intercambio fue liderado por APC-Colombia, de la mano de Prosperidad Social y la Unidad para Atención y Reparación Integral a las Víctimas (UARIV) como socios técnicos, y se realizó gracias al apoyo técnico y financiero del Programa Colombia Transforma de USAID.
En el Col-Col, mujeres rurales de contextos diversos tuvieron la oportunidad de conocer los componentes de un modelo de inclusión productiva, identificaron elementos asociados a la aplicación del enfoque de género en sus contextos, reconocieron los roles que pueden desempeñar en el ámbito rural como una contribución a su empoderamiento a nivel familiar y comunitario y ampliaron sus conocimientos en materia de asociatividad y participación local.
Lo anterior, se logró a partir de la socialización de las experiencias de líderesas de grupos y asociaciones del Programa Familias Rurales con experiencia en cadenas productivas de café, panela, pesca, entre otros.
Dentro de las sesiones, las mujeres trabajaron sobre proyectos que están ejecutando, y establecieron posibles soluciones a los problemas centrales que se presenten.
Las participantes tuvieron la oportunidad de conocer algunos elementos conceptuales asociados al enfoque de género en el ámbito rural e identificar acciones desde los entornos en los que se desenvuelven para promover la equidad de género. Pudieron conocer, desde la voz de sus compañeras, experiencias de interacción entre hombres y mujeres, sus dificultades y a partir de ello plantear líneas de acción que contribuyan a la transformación positiva de sus relaciones. En el proceso se promovió la participación activa de cada una de las asistentes, fomentando el trabajo en grupo y la exposición de las ideas de cada una.
Las actividades del Col-Col se enfocaron en incentivar los emprendimientos rurales como alternativas para los hogares, las organizaciones adquirieron nociones para mejorar el nivel productivo y comercial en sus respectivos territorios. Finalmente, se elaboraron planes de acción para que las participantes al volver a sus territorios implementen acciones a partir de lo aprendido y se programó un seguimiento a dicho plan para garantizar que la ejecución sea exitosa.