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Guardianes de un tesoro natural

En el flanco occidental de nuestra Cordillera Central, departamento de Risaralda, un tesoro natural se esconde bajo la espesa niebla de la selva subandina. El Santuario de Flora y Fauna Otún-Quimbaya es una joya resguardada y el orgullo de los habitantes de La Florida, una comunidad que persiste en preservar su territorio.

Bogotá, 8 de octubre de 2015. A partir del esfuerzo de los habitantes de La Florida y veredas aledañas por conservar las áreas protegidas surgió un proyecto comunitario que iza la bandera del ecoturismo sostenible en el país y se da el lujo de llevar a cuestas varios reconocimientos que lo posicionan como una experiencia modelo de turismo sostenible en Colombia y América. 

Yarumo Blanco

Desde hace muchos años, tras declararse la cuenca alta del río Otún como zona de interés para la conservación del recurso hídrico,  la comunidad cercana ha cambiado la manera de relacionarse con su entorno y aprovechar los recursos naturales. Los grupos ecológicos, las fundaciones y asociaciones fueron las primeras iniciativas de la comunidad por defender su territorio y la base de lo que hoy es Yarumo Blanco, una organización conformada desde el 2009 por la comunidad de las veredas La Suiza, La Florida, El Cedralito, El plan, El Porvenir y otras zonas cercanas a la cuenca que buscan el desarrollo de la comunidad por medio de la prestación de servicios de ecoturismo en el Santuario de Fauna y Flora Otún-Quimbaya. 

“Desde la creación de esta organización nuestro sueño ha sido permanecer en el territorio con nuestra identidad local y resguardar las áreas protegidas a través de la sensibilización de los habitantes, la generación de empleo local y la activación de comercio justo”, cuenta Jaime Andrés López, quien ha dedicado para gran parte de su vida a esta organización desde diferentes roles como guía, recepcionista, mesero, intérprete ambiental y, hoy en día, como director de Yarumo Blanco.

“Muchos de los que conformamos esas organizaciones de base pertenecímos desde el colegio a un grupo de observación de aves y era precisamente el Santuario nuestro punto de encuentro. En ese tiempo, poder ir al bosque, meterse en el río, acampar y tener esas experiencias únicas ha sido el motor de nuestro trabajo actual por proteger y permanecer en el territorio”.

La familia de Yarumo Blanco está integrada, en una parte, por padres y madres cabeza de familia que vieron en este proyecto la oportunidad de tener un trabajo estable y proteger su territorio. El resto de la comunidad, cerca del 50%, está conformada por jóvenes que crecieron con la idea de ser los guardianes de este tesoro invaluable. Muchos de ellos se han formado en administración turística, medio ambiente, turismo sostenible, entre otros. 

“Estamos interesados en la formación constante de nuestra comunidad, por eso cada año y en apoyo con el SENA, coordinamos programas de educación en manipulación de alimentos, gastronomía, y atención de eventos”, afirma López. “El sueño compartido es permanecer en el territorio, no necesitamos riquezas sino unas condiciones suficientes para seguir viviendo en el campo y seguir siendo comunidad campesina”.

El santuario

Yarumo BlancoEl Santuario de Flora y Fauna Otún-Quimbaya,  una de las áreas protegidas del Sistema de Parques Nacionales Naturales, ofrece un espacio mágico de tranquilidad y contacto único con la naturaleza. Los visitantes pueden disfrutar de recorridos de interpretación ambiental,  observación de aves y conocer de primera mano especies como el mono aullador y la pava caucana en un encuentro único y cautivador.

“Queremos que nuestros visitantes sean conscientes de esta gran experiencia, que pueden ver cosas únicas, la naturaleza en su máxima expresión y sin interferencia del ser humano. Uno de nuestros grandes atractivos es la pava caucana que solamente se puede ver en Colombia”.

El esfuerzo de casi seis años por permanecer juntos, prestar un servicio de calidad y ayudar a resguardar las áreas protegidas ha sido reconocido como un modelo admirable a nivel nacional. En 2013 Yarumo Blanco fue ganador del Premio Nacional de Turismo Sostenible en la categoría “Beneficio a comunidades locales” y en 2014 fueron incluidos en el top 100 de destinos sostenibles en el mundo del Consejo Global de Turismo Sostenible.

“En 2014 aparece la oportunidad de participar en el proyecto Biocomercio APC–Colombia en el que quisimos apalancar nuestro programa de observación de aves como una idea de negocio totalmente sostenible sin intervenir la fauna y acorde a nuestra idea de territorio. Fuimos merecedores del tercer lugar y en este momento seguimos ejecutando las acciones programadas”. 

El Proyecto Corporación Biocomercio APC - Colombia buscaba contribuir a la conservación y uso sostenible de la biodiversidad mediante la implementación de estrategias de negocios verdes. El proyecto recorrió 5 departamentos del país y apoyó 67 iniciativas. Para el desarrollo de los diferentes sectores productivos que hacen parte del biocomercio el proyecto promovió la innovación con el concurso Impact Hub Fellowship que premió tres iniciativas, entre esas, la de Yarumo Blanco en Risaralda.

Los ganadores recibieron capital semilla, membresía en el Impact Hub y la oportunidad de asistir a talleres de desarrollo de ideas, entre otros. Resultados

El ecoturismo es uno de los sectores más promisorios en un país mega diverso donde más del 10% del territorio se está protegiendo. Yarumo Blanco se proyecta como un modelo exitoso en el área Andina del país y la comunidad enfocará sus próximos esfuerzos en apoyar la educación ambiental en la institución educativa del corregimiento para continuar con la tradición de custodia del territorio.

“Se ha podido evidenciar que una comunidad con las herramientas necesarias puede empoderarse de su propio desarrollo”, Jaime Andrés López.

http://www.yarumoblanco.co/

Conoce más de los servicios de Yarumo Blanco aquí

Por un sueño comunitario from Yarumo Blanco on Vimeo.

Modificado el Jue, 11/06/2020 - 12:51