Con una deliciosa taza de café, compartida en la Casa de Nariño con representantes de las embajadas de los países y funcionarios de Gobierno, se dio inicio a esta cuarta edición del proyecto de buenas experiencias en donde durante un mes los voluntarios serán agentes activos de cambio y desarrollo en las comunidades que intervienen. A su vez compartirán, de manera vivencial, la cultura, idiosincrasia y costumbres de nuestro territorio mientras dan impulso a la economía naranja, eje de desarrollo de los países, especialmente en las nuevas generaciones.

Será un mes de trabajo y de iniciativas productivas, ricas en aprendizaje y reconocimiento que también aportan a la consolidación de escenarios de paz a través de un ejercicio de emprendimiento y convivencia ciudadana.

Los 12 jóvenes tienen experiencia, entre otros, en temas de educación, arte, medioambiente, ingeniería, comunicaciones, gestión del turismo, trabajo social con comunidades especiales como las indígenas, campesinas y población vulnerable, tienen clara su labor como voluntarios y la huella que desean dejar en Colombia por eso son contundentes al compartir la afirmación de la chilena Javiera Ide quien aseguró: “Vengo a sorprenderme de todo lo que ofrece Colombia, especialmente de sus jóvenes. No cabe duda de que el futuro del desarrollo de las economías, especialmente la naranja, está en la Cooperación Sur-Sur, pues con ella formamos redes de jóvenes líderes que consolidarán a Latinoamérica como referente propio y mundial de emprendimiento”.

Esta edición contó con la coordinación de Colombia Joven, Organizaciones Solidarias y la Secretaría Distrital de Integración Social que, junto con APC-Colombia y Cancillería, lograron materializar este trabajo con las juventudes que ponen su conocimiento a disposición de los jóvenes de nuestro país y con ello, a su vez, se afianzan aún más las relaciones de cooperación entre Chile, México, Perú y Colombia.